A veces siento que para ser Eneas
tengo que ser
masculino enorme gigante brusco violento
pero no soy
me gusta ser delicado y sencillo
ser amable
ser dulce
ser frágil
me gusta romperme y volverme a armar.
A veces siento que para ser Eneas
tengo que pasar página
Y dejar atrás todo lo que fui
Y pasar página
y convertirme en algo diferente
Pasar página
en algo nuevo
Nuevo y pasar pagina
Y cambiar eternamente.
A veces siento que si no soy
masculino enorme gigante brusco violento
la gente no va a respetarme
como Eneas
la gente no va a verme
como Eneas
la gente no va a creerme
cuando les digo que soy algo como un hombre
Algo como un hombre que no tiene miedo a romperse.
A veces me enoja este peso
que me puse yo
que me puso la sociedad en los hombros
de ser el hombre perfecto
de ser la mujer perfecta
de portada de revista de músculos brillantes tanga encarnada
y no soy
y no voy a ser
y me pesa.
A veces me frustra saber
que aunque yo sepa en mi corazón
que un vestido no me hace menos Eneas
que el cardigan rosa no me hace menos Eneas
que las uñas largas y divinas no me hacen menos Eneas
Aunque sepa que me hacen más Eneas.
Me frusta saber
Que el mundo va a seguir viendo en esas uñas arrepentimiento,
que en ese vestido ve una mujer que soñaba con ser hombre
que soñaba con ser mujer que soñaba con ser hombre.
A veces me rompe saber
que esa frontera delgada y difusa entre hombre y mujer
en donde vivo,
no existe en la cabeza de todos.
Me destruye saber que a veces
su falta de respeto no es fruto
de una maldad inherente
de una crueldad sin límites
de un odio sin precedentes
Me duele saber que muchas veces
Es fruto de que yo en su mente no existo
en su mente soy tan real como un fantasma.
Y como un fantasma quieren exorcizarme de mi cuerpo.
A veces me pregunto
Qué hacer para cambiar el mundo
Qué hacer para cambiar las mentes
A veces me respondo,
Con existir Eneas basta,
Con existir basta, Eneas.