14 junio, 2022

Estigmas

Cuando te dije que había
algo en mi que estaba roto,
me pare enfrente tuyo,
y te extendí mis manos,
y te dije "vení, tocá,
   sentí con tus manos las mías,
   y decime que mis heridas no son reales".
Vos te paraste enfrente mío
y metiste tus dedos en mis heridas,
hasta rasgar la piel rosada
que estaba curando. 
Y dijiste "esto no puede estar lastimado,
   esto no te puede doler"
   
Y sentí el peso
de ser vulnerable a cualquiera.
De mostrarle sin dudar
mis estigmas y mi costado
a quien quiera verlo y decir
que la lanza entre mis costillas
no debería dolerme.

13 junio, 2022

Para ser Eneas

A veces siento que para ser Eneas
 tengo que ser 
 masculino enorme gigante brusco violento 
 pero no soy
 me gusta ser delicado y sencillo 
  ser amable
   ser dulce
    ser frágil 
 me gusta romperme y volverme a armar.

A veces siento que para ser Eneas
tengo que pasar página
Y dejar atrás todo lo que fui 
   Y pasar página
y convertirme en algo diferente 
    Pasar página
en algo nuevo 
    Nuevo y pasar pagina
 Y cambiar eternamente.

A veces siento que si no soy 
 masculino enorme gigante brusco violento 
la gente no va a respetarme 
      como Eneas 
la gente no va a verme 
      como Eneas 
la gente no va a creerme 
cuando les digo que soy algo como un hombre 
Algo como un hombre que no tiene miedo a romperse.

A veces me enoja este peso 
que me puse yo 
que me puso la sociedad en los hombros 
de ser el hombre perfecto 
de ser la mujer perfecta
de portada de revista de músculos brillantes tanga encarnada
y no soy
y no voy a ser
y me pesa.

A veces me frustra saber 
que aunque yo sepa en mi corazón
que un vestido no me hace menos Eneas
que el cardigan rosa no me hace menos Eneas
que las uñas largas y divinas no me hacen menos Eneas 
Aunque sepa que me hacen más Eneas.
Me frusta saber
Que el mundo va a seguir viendo en esas uñas arrepentimiento,
que en ese vestido ve una mujer que soñaba con ser hombre 
que soñaba con ser mujer que soñaba con ser hombre.

A veces me rompe saber 
que esa frontera delgada y difusa entre hombre y mujer 
en donde vivo, 
no existe en la cabeza de todos. 
Me destruye saber que a veces 
su falta de respeto no es fruto 
   de una maldad inherente
   de una crueldad sin límites
   de un odio sin precedentes
Me duele saber que muchas veces
Es fruto de que yo en su mente no existo 
en su mente soy tan real como un fantasma.
Y como un fantasma quieren exorcizarme de mi cuerpo.

A veces me pregunto
    Qué hacer para cambiar el mundo
    Qué hacer para cambiar las mentes
A veces me respondo,
   Con existir Eneas basta, 
   Con existir basta, Eneas. 

08 junio, 2022

Corazón de niebla

En el silencio
de esta noche oscura
de humo
   de niebla
      de soledad que asusta.
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste?
 
En el miedo de perderte
de no volver a verte
traté de amarte en silencio
traté de no espantarte
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste conmigo?
 
Y al final,
en la nada,
sola nada de mi alma,
ya te había perdido
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste con mi cariño?
 
Traté, traté, traté,
traté de llegarte
de rozarte
   con la punta de mis dedos
   tu corazón de niebla.
Pero ya no había nada, tonta.
La niebla se mira y no se toca.
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste con los besos
     que quedaron en mi boca?
 
Y me senté y lloré
   y lloré
   y lloré mi alma
   y la derramé en las sábanas
      en las plantas
      en las tazas.
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste con mis lágrimas?
 
Volvías.
Volviste.
Volvés.
Volvemos mil veces.
Mi amor, mi amor mío.
Pero no nos tocamos
   ni con la punta de los dedos
   ni con los ojos
      tan llenos de anhelos.
Ni tu voz, tan vos
   que sueño y sueño.
¿Qué hiciste con mi amor?
¿Qué hiciste con mis deseos?
 
Me desechaste
   como si no importara.
Y lloré en silencio
   cien tazas de lágrimas.
Y respiré el humo,
   amargo humo,
   de mi tristeza evaporada.
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste con mi alma?
 
Me culpé tantas veces
   por no haber hecho nada.
Por no verte,
por no entender,
   que mi alma te quería,
   que quería quererte.
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste, tarada?
 
Te culpé por mi miedo,
   por mi cobardía,
   por mi respeto hipócrita,
   por mi amistad vacía.
Por esconder los deseos
   que mi corazón escondía.
 
Me culpé a mí,
   a mi amor mío.
Culpé mi firmeza.
Culpé mi corazón frío.
 
Me culpé por quererme
   más de lo que te quería.
Por hacerme valer.
            Por todo, todo
            me arrepentía.
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hacés conmigo?
 
Volviendo
llenando
así como si nada,
   mi amor de sueños
   mi vida de sueños
   mi alma de nuevos deseos.
Poniendo la niebla a mi alcance,
pensando que puedo
   que puedo tocarte.
 
Y no sé mi amor
   ya no sé,
Si sos niebla, humo o vela,
o suspiro, o rosa, o abeja,
o cuál de tantas metáforas
en que al amor enredan.
 
Mi amor, mi amor mío
   ¿Qué hiciste,
      qué hacés
         qué seguís haciendo
                             conmigo?