Tenés
miedo, Agustonta.
Tenés
miedo.
Temés
no ser más
que las mentiras que decís
de vos misma.
Temés
ser la bolita griste
que creés que sos.
Pero no
hay forma
no hay forma de que sepas qué sos
El
espejo siempre va a mostrarte
lo que querés que te muestre
No más
No menos
Dejá de
inventarte ojeras,
y pecas, y grietas, y dolor,
donde no hay.
Dejá de
creerle a la voz
de tu corazón roto
que te
dice que no merecés
que te quieran.
Ser
amado no se trata de merecer
porque
el amor nunca fue meritocrático.
Tenés
miedo
y mirás para otro lado
y silbas bajito
y te hacés la tonta.
Porque
aprendiste de chiquita.
Ojos que no ven
corazón que no siente
que no siente.
Y
sentís que no sentir
es lo mejor que podría pasarte
Despertate,
Angustina
que tenga que doler, si duela
que
tenga que romper, si rompa
que tenga que sanar, si sane.
Porque
con los ojos cerrados
todavía podés sentir la lluvia
pero no podés ver el arco iris.
Dejá de
joder, abrí los ojos.
Buscá
tu reflejo en los ojos de los otros
porque ahí vas a encontrarte