24 abril, 2020


En un costurero de lata
   guardé mis anhelos.
Entre mis hilos de bordar
     húmedos de lágrimas
     manchados de sangre de mis dedos.

En un costurero de lata
   guardé mis sonrisas.
Y con cada puntada
   repetía como un mantra
                “Mañana vamos a vernos
                    vamos a vernos mañana”
Mentira tras mentira.
Puntada tras puntada.

En un costurero de lata
   guardé mis hilos de seda
y enredados entre las hebras
   gurdé nuestros sueños en pausa.

En el costurero de mi bisabuela
   cajita de té oxidada,
guardé los  besos, guardé las miradas
      todo lo que quise darte
                                      mientras bordaba.