24 agosto, 2012

No apto para malpensados


Movía cada vez más velozmente mi mano tratando de acabar de una buena vez. Sentía los músculos agarrotados por mantener el ritmo constante. Era la primera vez que lo hacía asique me esforzaba para que saliera todo bien. De improvisto saltó un líquido blanco un poco espeso y me manchó la cara. Me relamí probando su sabor y sonreí inconscientemente. Era delicioso, nunca antes había probado un sabor tan placentero. Tomé otro poco con mi dedo y me lo llevé a la boca cerrando los ojos del placer. Me encantaba, no me importaría tener que seguir esforzándome para obtener más cantidad. Entonces me decidí y empecé otra vez a mover mi mano velozmente. Agregué más azúcar y más crema de leche para así aumentar la cantidad de crema batida para mi pastel de cumpleaños.

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