28 abril, 2014

Nudo gordiano

Hoy es otro día, otro sol, otro viento. Pero es el mismo día (mismo sol, mismo viento). Entonces, ¿Por qué todo sigue igual? Las horas pasan pero la arena del reloj no cae. Es estática. Es estética, es ecléctica, casi esquelética. Hoy simplemente tengo ganas de llorar, y reir, solamente leyendo sin leer cualquier zarta de estupideces. Porque no me importa donde, solamente quiero perderme. Así, a lo lejos, que solo sea un puntito en el horizonte. Fácilmente confindible con un pájaro (o una mosca). Y tal vez si quisiera, o no quisiera, su hubiera o no hubiese, si tal vez quizás, esto no estaría pasando. Pero ¿qué más puedo hacerle? solamente sentarme a esperar, seguir rogando, y leer. Quizás, tal vez, por ahi, seguir escribiendo. Seguir poniendo en palabras este nudo gordiano que se enreda en mi cabeza. Seguir sufriendo, mientras sonrío para que nadie vea mis lágrimas.
No ha pasado ni un día, ni un mes, ni un lustro. Y ya me siento abofeteada, terriblemente. Y es que la horas se derritren en vez de avanzar. No hay nada que pueda ver adelante, ni atras, ni a los lados (porque estoy en una caja). Y es que nadie se interesa en desatarme, en desenredarme. Ni en cortarme con una espada para que todo termine. Solamente me miran, se rien, me tientan, pero no me tocan, porque no les intereso. Y al final, no se si alguien se animará a cortarme, a hacerse poseedor de mi mente, de mis letras. Pensé que ya lo habían hecho, pero sigo tan enredada como siempre. Sigo esperando a mi Alejandro, mi liberador. Que dé rienda suelta a mi imaginación, a mis deseos, a mis errores y tristezas. Solo esperando nada, solo dando nada (Recibiendo todo, ofreciendo todo). Que solo camine a mi lado y  me siga, mientras que yo le sigo. No creo esperar mucho pero el tiempo es eterno. Porque la arena no cae, y me desespero sacudiendo el reloj queriendo que caiga más rápido. Pero no cae. Nada ni nadie.
No se, solamente espero que alguien encuentre el centro de todo esto que escribí. Que venga y me diga "Te entiendo querida" y se siente a mi lado. Solamente para saber que hay debajo, para intentar llegar un poco al fondo del nudo, aunque no lo desate (ni lo corte). Solo espero, mientras río y lloro y leo (Y escribo un poco); solo miro a lejos, ese puntito en el horizonte que desearía ser yo.

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