Con tu mano agarraste el martillo
y tatuaste en la mía con un clavo
la marca indeleble de mi entrega,
el estigma de mi corazón enamorado
Amor mío, ¿Por qué me has abandonado?
Con cariño enarbolaste tu lanza,
como un hermoso cupido ensañado.
Mis costillas temblaron de miedo
pero te deje atravesar mí costado.
Amor mío, ¿Por qué me has abandonado?
Envuelto en tu ropa olvidada
dormiré en mi sepulcro cerrado.
¿Será que mañana resucite
el amor que nos habíamos jurado?
Amor mío, ¿Por qué me has abandonado?
Ojalá en el domingo de pascua
mí sacrificio no haya sido en vano.
Y pasear por el cielo prometido
agarrado muy fuerte de tu mano.