Este poema tiene una referencia a Los Simpson

 Al final de la noche

yo solito quedo.

Al final de la noche

no queda realmente nada más.

Todo se desvanece.

Olvidado, perdido, dejado para morir.

Ningún recuerdo permanece más allá de este

inútil momento de arrepentimiento

o de esperanza todavía más inútil.

Tiene algún sentido esta tristeza?

Obtengo poco más que llanto

desconsoladado en el silencio oscuro.

Algo más tiene que haber,

vivir para contarlo no es suficiente,

incluso sabiendo que una vida sin vos

alcanza para no querer morirme.

Tiene algún sentido 

este dolor sin horizonte a la vista?

Al final solamente tengo 

mis últimos recuerdos de tu amor antes de

olvidarlos.

Gualicho

 Ojalá te lloren los ojos cuando veas mis fotos.

Ojalá te sangren los dedos cuando me escribas un mensaje.

Ojalá te duelan los dientes cuando aparezca en tu mente.

Ojalá te suba la bilis cuando digas mi nombre.

Ojalá se te retuerzan las tripas con arrepentimiento cuando pienses en que destrozaste a la única persona que te amo sin medida.

Ojalá te quedes sin aire de la angustia de saber que rompiste lo único bueno que tuviste en tu puta vida.

Ojalá nunca puedas olvidarme, ojalá ser siempre el fantasma del fracaso y que nunca puedas exorcizarme.

Ojalá aparecer en tus sueños todas las noches, que no tengas descanso, que no puedas huir del remordimiento.

Ojalá embrujar cada segundo de tus días, para que los sientas como puntadas en el pecho. 

Ojalá arruinarte la vida en exactamente la misma proporción en la que vos arruinaste la mía. 

Ojalá no puedas nunca llenar de aire los pulmones y te ahogues en vergüenza, en dolor, en tristeza, en miedo. 

Ojalá te pese en el alma hasta el último de tus días todo lo que arruinaste por gil, por forro y por cobarde.

Instrucciones para amarme

 Yo solo quiero que me amen todos los días, sin importar si estoy feliz, triste o enojado. Que me amen a la mañana, con los ojos llenos llenisimos de lagañas. Que me amen a la noche, con el corazón abierto y los ojos entrecerrados. 

Yo quiero que me amen como se ama al mar, cuando está tormentoso, cuando está calmo, cuando está sucio, cuando está plateado. 

Yo quiero que me amen con todos mis nombres, los que llevo ahora, los que quiero olvidarme, los que están perdidos, los que están enterrados.

Yo quiero que amen mi cuerpo de ninfa trans-pirada, mis colores cambiados, mi identidad mutable, tan firme como la marejada.

Quiero que amen mi intensidad y mi entusiasmo, que amen mis mediocres poesías, mis poemas iluminados, mi líbido sin horarios, mi felicidad triste, mi risa y mi llanto.

Yo quiero que amen lo que proyecto y lo que me guardo, mis diosas, mis santos, mi miedo al olvido que me congela aterrado, mi amor a la primavera, a los libros, a las abejas.

Quiero que amen los detalles que se me escapan, que me miren embobados cuando, sin darme cuenta, saco la lengua cuando estoy pintando.

No pido mucho y lo pido todo, porque me merezco el mundo encerrado en un mate a las tres de la mañana mientras estoy estudiando.